CDMX, México.- En el 2000, como narra su segundo sencillo y uno de sus más grandes éxitos, Natalia Lafourcade abre plaza en un nuevo siglo cargado de expectativas en lo económico, en lo político y en lo social, con una supuesta “amenaza” de paro total gracias a la falta de actualización de los sistemas de cómputo en el mundo. Natalia, sin embargo, entra con el pie derecho, triunfante. Su álbum debut Natalia Lafourcade la presenta como a una joven fresca, inteligente e independiente. Sin frivolidades como los materiales musicales de su generación y de esa época, la “chava” nacida en la Ciudad de México con apenas 18 años de edad en el 2002, fecha del lanzamiento, sorprende con propuestas compuestas por ella muy serias y muy bien armadas, tanto en la letra como musicalmente.

En su canción En el 2000, Lafourcade describe de manera desenfadada las vicisitudes de una joven del milenio reciente con aspiraciones, dudas, crushes y una sexualidad activa. Tal honestidad y la manera en cómo logra armonizar el texto, la lleva a los primeros lugares de las listas de popularidad y a que más de un productor levante la ceja para preguntarse, “¿quién es ésta Lafour… qué?”. “¿Qué apellido es ése?”. “¿Va junto o separado?”. Desde entonces, la hoy mujer de 38 años de edad no ha hecho más que poner a México en alto y a convertirse en uno de nuestros más grandes orgullos, ¡Bien MX!

Imagen: Chron.

"Ya no soy la infantil criatura, la inocencia se acabó".

Imagen: Parcial Bien MX.
Verso canción En el 2000.

Imagen: Me hace ruido. 

HuHuHu

El tercer álbum de estudio de Natalia es inspiración de su paso por Canadá, España y el Japón, cuando se presenta en eventos masivos con gran aceptación. La propia cantante ha dicho que el título del álbum es una mera expresión sin sentido. Sin embargo, críticos creen que representa la personalidad independiente y “rebelde” que poco a poco empieza a permear en las futuras decisiones de Natalia, incluso con su propia disquera Sony International, quien decide no apoyarla en la promoción del tema Azul, que originalmente formaría parte de un EP (extended play) pero no sucede así. La cantante entonces, apoyada de las nuevas plataformas digitales del flamante siglo, impulsa Azul en su lista de reproducción de MySpace para más tarde producir el video con la ayuda de sus amigos, subirlo a YouTube y responder así a la aceptación que le da el público a ese tema. Independencia creativa y empresarial, total.

Nace entonces la chica talentosa y por demás rebelde de la música mexicana que está decidida a ser lo que le venga en gana con tal de compartir su arte.

Es así como Natalia es considerada hoy, hija predilecta de México. Una embajadora leal y un orgullo para todos nosotros gracias a su tenacidad, rebeldía, independencia y singular talento.

Video: Un Canto por México. Documental.