CDMX, México.- Espacios seguros para
todos es la exigencia ciudadana tanto en la CDMX como en otras grandes urbes
del planeta.
La ciudad de Nueva York, azotada por la
violencia durante la década de los 80 y en los primeros años de los 90,
registraba entonces altos niveles de criminalidad resultado de un fenómeno
social a causa del “crack”, un estimulante que disparó un consumo desmedido
hasta provocar niveles preocupantes de epidemia: indigencia, robos y asesinatos
se extendieron desde la Costa Este hacia otros puntos del país.
Las autoridades en aquellas décadas aplicaron
diversas estrategias para menguar los lamentables números. Una de éstas fue la
llamada “vigilancia de ventanas rotas”, un interesante ejercicio con impacto social
profundo.
Imagen: Tumblr.
Imagen:Needpix.
GIF:Giphy.
Hemos leído tantas veces sobre el famoso “tejido social” y quizá no acabamos de comprender del todo, ¿de qué va? ¿Cómo
funciona? O, ¿con qué se come?
El tejido social dicho por estudiosos
de la Universidad Iberoamericana, es esa configuración de puentes, relaciones y
vínculos sociales e institucionales que suman de manera positiva en la cohesión
y en la dinámica de la vida social.
Hace más de cuatro décadas, la ambición de
unos cuantos en la esfera política por modernizar al país para su beneficio y
el de sus más allegados, rompió justo esa armonía, ese equilibrio provocando
poco a poco la idea de descuido, de abandono y de indiferencia hacia otros
sectores de la sociedad, como en la teoría de las ventanas rotas hasta
alcanzar los índices de inseguridad en nuestros días.
Hace
poco más de dos años fue implementado en la Ciudad de México un programa que
bien puede remitirnos a los proyectos aplicados en otras partes del mundo, con
base en la ya mencionada teoría de las ventanas rotas.
Mayor
luminosidad, murales desarrollados por artistas urbanos, pasos peatonales
intervenidos, plantas y reforestación son algunas de las acciones aplicadas en
calles con índices de inseguridad sobresalientes y que aunque son altamente
transitadas, no cuentan con los elementos urbanísticos de apoyo para que niños
y mujeres se sientan en confianza y serenos.
Imagen: La silla rota.